
La artista francesa fallece a la edad de 98 años
Louise Bourgeois, escultura esencial del siglo XX quien sólo consiguió el reconocimiento que se merecía al final de su carrera, como demasiado a menudo les sucede a los grandes del arte, falleció este lunes en Nueva York a los 98 años. Fue la primera mujer a la que el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York le dedicó una retrospectiva, en 1982, y al menos su longevidad le permitió poder disfrutar del respeto debido durante los últimos 25 años. Ella suficientemente generosa para compartir lo que sabía con otros artistas más jóvenes a través de un encuentro mensual que celebraba en su casa neoyorquina y que se convirtió en un lugar de peregrinaje mítico para cualquier creador en busca de consejo. Allí llegaban domingo tras domingo, jóvenes y no tan jóvenes para que Bourgeois bendijera sus obras, o simplemente para ofrecerle regalos, poemas o sonrisas, como relató en este diario Eduardo Lago . (Continúa leyendo en EL PAIS)