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Rubalcaba, una dinastía musical de Cuba


Por Rafael Lam (Colaborador de Prensa Latina)

La dinastía Rubalcaba comienza en Sagua la Grande, Las Villas, con Jacobo González Rubalcaba (1895/1960), creador del danzón El cadete constitucional, una antología de los viejos tiempos. Le sigue Guillermo González Camejo (toma el apellido materno de su padre) y sus  tres hijos: William (bajista), Jesús (pianista, fallecido) y Gonzalito, uno de los grandes del latin jazz.

Guillermo Rubalcaba se ha vuelto ubicar en la palestra musical internacional: interminables giras por Europa, resonante disco con Diego El Cigala, cuatro años con el proyecto Estrellas del Bar del Buena Vista Social Club y la dirección de la Charanga Rubalcaba.

-¿Cómo ha sido la experiencia de este disco con Diego El Cigala?

-El CD se titula Dos lágrimas negras, debe presentarse en septiembre y la experiencia fue muy gratificante. El álbum fusiona el flamenco con el son. Conmigo participaron, en la percusión, los cubanos Tata Güines y Changuito.

-¿En qué consiste el proyecto Estrellas del Bar del Buena Vista Social Club?

-Se propone seguir por los caminos de la vieja guardia de la trova y el son: Artemio Castellanos (Maracaibo), Reinaldo Creagh, los cantantes Leo Vera y Xiomara Valdés y yo en el piano, Contamos con bailarines y músicos. Nos dicen «los abuelos del son» y nos apoya la disquera Termidor de Alemania. A finales de noviembre tendremos una gira de invierno por Europa.

-¿Cuándo comienza usted en la música?

-En 1942, ahora hace 65 años, debuté con Los tres ases del ritmo, la orquesta de Pedro Rubiera y acompañé al Pedro Junco creador del bolero Nosotros.

-¿En qué momento llega a La Habana?

-A finales de la década de 1940 trabajé como pianista de la orquesta de Jorrín, creador del cha cha chá. Me mantuve con ellos diez años, viajamos hasta el Africa ardiente, y comprobamos cómo gustan el cha cha chá y la música cubana en ese continente gigantesco.

-En la década de 1960 durante una etapa usted tocó en un combo con Juan Formell, rey de Los Van Van y el ritmo songo. ?Cómo era musicalmente Juanito en esa etapa?

-Formell siempre fue músico, tenía oficio, un muchacho muy tranquilo, pero batallador, estudioso. Recuerdo que cuando aquello, acompañaba a su novia Naty, bailarina, hasta su casa al fondo de Radio Progreso, eran tiempos de romanticismo. Después, cuando la explosión del pa’cá, de Juanito Márquez, pasa a la orquesta del cabaret Caribe en el hotel Habana Libre y trabaja en el show de Madame pa’cá, con la dirección de Silvano Suárez.

-Hablemos de la Charanga Rubalcaba.

-Ese fue un proyecto en 1973 de Odilio Urfé, quien siempre preocupado por las tradiciones crea la Charanga Típica de Concierto. Ofrecimos presentaciones didácticas con la voz de Dominica Verges. Yo asumí el proyecto hasta que automáticamente paso a llamarse Charanga Rubalcaba.

La Charanga se mantiene con los colosos del danzón y el son de La Habana, contamos en el güiro con Rolando Valdés, quien fuera creador y director de la orquesta Sensación, que hay una sola.

-Hablemos de pianistas clásicos tradicionales.

-Jesús López fue como un decano del piano intuitivo, de tradición oral, era un mago en las entradas a tiempo con la clave. Le decían «rompe piano», tocaba con mucha fuerza, en un estilo muy propio, eran los tiempos en que se tocaba sin micrófonos y había que hacer sonar al piano. Al hijo de Jesús le llaman Boniatillo y toca conmigo.

Rubén González trabajo también con Jorrín, tenía una base académica y la experiencia de trabajar con Arsenio Rodríguez, un decano del son. Al final del siglo llegó a lo más alto con Afro Cuban All Stars y el
proyecto Buena Vista Social Club.

Lily Martínez era un clásico del son oriental, me gustaban mucho sus improvisaciones. También fue alumno de Arsenio y contribuyó mucho  al Conjunto de Chapottín y sus Estrellas. Peruchín era otro monstruo en las descargas de latin jazz en Cuba, rey del piano con «moña» (a contratiempo, asimétrico). Participó en las grabaciones de las famosas descargas grabadas en los estudios de la Panart y realizó arreglos para el rey Benny Moré.

-¿Cuál es su mecánica pianista?

-Yo recibí la escuela de muchos pianistas en estos 65 años de trabajo musical. En el exterior se vuelven locos con lo que hago, trabajo la estructura del maestro del danzón Antonio Maria Romeu, empleo notas cortas salteadas, un estilo que marcó a todos los seguidores del danzón. Hasta Chucho Valdés a veces lo escuchamos con esa forma picadita, esa sencillez tan difícil.

-¿Por qué su hijo Gonzalito se encuentra entre los más reclamados y calificados pianistas del latin jazz (cubano)?

-El posee condiciones naturales, al inicio le gustaba la batería, eso le favoreció mucho en la utilización de la mano izquierda buena para el empleo de la rítmica, eso le da «yunfa», poderío. Por supuesto que
aprendió conmigo lo cubano, desde el danzón, tan difícil de ejecutar.

Cuando tocaba la paila tenía un baqueteo temible. Recuerdo que en la pieza de Frank Emilio Gandinga, mondongo y sandunga, no podía entrar en forma adecuada, en el contratiempo, pero lo fue aprendiendo. El pailero Guillermo Barreto que era un critico tan duro, cuando lo vio tocar, se quedo frío, no creyó que pudiera hacer aquellos redobles perfectos con tanta exactitud.

En Europa eso es una novedad, porque para ellos es un tormento poder dominar la clave cubana con sus trucos y sus misterios. En España se quedan estupefactos con la digitación y el mecanismo de Gonzalito que ya tiene un circuito internacional asegurado. Sorprende por su forma de tocar y marcar las notas sincopadas a base de contratiempos. Tiene un estilo propio reconocido internacionalmente.

Existen buenos pianistas, pero más enmarcados en el jazz, Gonzalito se interesa por una estructura distinta, con otra variante en lo cubano. En la música todo cambia, en los estilos y en la forma de hacer los moldentes, él es un creador en eso.

-¿Tengo entendido que Gonzalito fue descalificado en la prueba de
vocación?

-La profesora planteó que Gonzalito era ritmático.

-¿Y usted que hizo?

-Le dije a la profesora que yo era músico, que le íbamos a poner un ejercicio sincopado con un tumbao, para que Gonzalito lo hiciera y lo hiciera la profesora, a ver quién pasaba esa prueba. La maestra declinó, sin comentarios.

-¿A qué cantantes acompaño en el piano?

-La Lupe, en el Club La Red, y en el Barbarán a Orlando Vallejo, uno de los boleristas más grandes de Cuba en el Barbarán.

-¿Qué  obras compuso?

-Danzón para Elizabeth, Los recuerdos de Mirtha, 65 en 66 y otras más.

-Sus interpretaciones favoritas.

-Capullito de alhelí, El cumbanchero, El manisero, Noche cubana, Andalucía, Volare.

-¿Cuántos discos ha grabado?

-Ocho discos con sello de calidad.

-¿Está estimulado?

-Como en los mejores tiempos.

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