La victoria de John F. Kennedy y su oficina fueron un punto de inflexión en los EE.UU. Joven, guapo, encantador, un héroe de guerra, educado, exitoso – y un símbolo de esperanza para un mejor momento, todo eso era JFK. ¿Pero su gobierno reunía los requisitos?
Rolf Bullmann, BR Radio Estudio Washington
Incluso hoy – 50 años después – siempre se destaca una palabra de la época de John F. Kennedy en la Casa Blanca, y es el discurso: Camelot. Camelot se refiere a la corte real mítica de la leyenda del rey Arturo, y porque después de la muerte de Kennedy, su esposa, Jacqueline Kennedy, acuñó que Camelot era el símbolo apropiado de la presidencia de JFK. Dijo que podrá haber otro gran presidente, pero nunca volverá a ser un Camelot.
Al mismo tiempo también se indica que algunas cosas de la presidencia fueron hechas realidad, y gente inspirada como Cathy ha expresado como consuelo al Newseum en Washington. «Su energía juvenil, su optimismo, la esperanza para los que se puso de pie – ha dado forma a muchas personas, especialmente los jóvenes.»
«Nadie cumplía con los requisitos»
Sin embargo, estas esperanzas eran tan grandes y tantos los deseos proyectados en retrospectiva a la presidencia de Kennedy que: «De acuerdo con el lema: todo era mejor en ese entonces», dice el profesor Ribuffo. «Nadie podía cumplir con estos requisitos.»
De hecho, el mito de los «mejores y más brillantes» del equipo de gobierno, supuestamente excepcional de Kennedy, se ve hoy con un ojo más crítico: «Todo se nota porque hay muchos graduados de las universidades de élite que son obligados a asemejarse a Kennedy”. Pero algunos también apuntan irónicamente. «Sabemos que los estados financieros no conducen necesariamente a decisiones correctas.»
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En la exposición sobre Kennedy en el Newseum, en Washington, también se trató lo de Camelot – y el mito que se ha formado rápidamente alrededor de Kennedy, ese joven presidente, rodeado en la Casa Blanca de jóvenes también consultores, bien formados, de los mejores y más brillantes del país.
Mucho brillaba, pero no todo era de oro
Eso era algo especial, ¿verdad? «Bueno», dice el profesor Leo Ribuffo de la Universidad George Washington. «Nunca ha habido un presidente que quiera ser aconsejado por el peor y más estúpido.»
Los mejores y los más brillantes y Camelot – que era igual de bien para la comercialización y el espectáculo. En retrospectiva: Mucho brilló JFK, pero no todo era de oro. El incidente de Bahía de Cochinos con la fallida invasión de Cuba fue un debacle; la situación de la escalada en Vietnam, las historias de la esposa del Presidente – todo esto perturbaba la imagen de perfección que le daría a la antigua Casa Blanca.
Quedan todos por pagar
Si se mira de cerca, no podemos engañarnos por la pompa y el glamour, pues ya se reconocen las debilidades y problemas de la administración Kennedy. Sin embargo, los logros de JFK permanecen. En la lucha por los derechos civiles, y especialmente en la crisis de los misiles John F. Kennedy fue el presidente de los Estados Unidos de América, cuando el mundo estaba tan cerca del precipicio como nunca antes y nunca después.
Durante unos días, la guerra nuclear no sólo parecía posible, sino probable. Pero no llegó a ser gracias a Kennedy. Y sigue diciendo el profesor Ribuffo: «Creo que Kennedy era el más adecuado para ser presidente en ese entonces, que la alternativa Richard Nixon porque JFK pudo haber hecho volar el mundo y no lo hizo. Y eso es muy importante para todos nosotros que estamos vivos hoy! «
Tomado de Tagesschau, diario alemán
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