Ezequiel Montaño, Naturista.- Todo ser humanó tiene conflictos de personalidad y de carácter así como una capacidad ilimitada de manifestar los sentimientos más nobles hacia los demás o también los más bajos, por desgracia la mayoría desconoce el proceso natural de la formación de su propia personalidad, sí, su persona secreta, su formación de carácter.
El enfoque hacia los demás primero es en la persona que percibimos y logramos ver con nuestros «ojos físicos» un individuo de carne y hueso.
Después al intimidar o relacionarte con él o ella empiezas a ver con «los ojos de tu mente» a la otra persona que vive dentro de aquel cuerpo físico que te ha atraído en un principio.
Enseguida a medida que se desarrolla la relación de amistad o inclusive de pareja, ahora le puedes ver con «la ojos de tu corazón», pero aquí ya comienza a aflorar el afecto y un sentimiento de amistad o romántico con el sexo opuesto.
Lo físico es efímero, pasajero y sin valor.
Lo mental es estable y duradero así como palpable ante los demás.
Lo sentimental es eterno, es duradero e inmortal, esto debería de ser tu enfoque en la vida, poder desarrollar y trabajar con tus sentimientos, con tu corazón, es tu legado no sólo a tu familia, sino a la humanidad, la formación de tu carácter.
De hecho la persona que vive dentro de ti -en tu corazón- es la que determina todo lo que tú eres, este manifiesta el completo entorno físico, mental, emocional y espiritual que influyo en ti, al grado que dio a luz a la persona que que tu eres, que es la que se manifiesta en el mundo físico de parte tuya.
Te explico el proceso por medio del cual el ser humanó es quien percibimos o miran en nosotros los que nos observan:
1. La mente adquiere información.
2. La razona.
3. Llega a una conclusión y la envía al corazón.
4. El corazón produce un sentimiento.
5. Envía ese sentimiento a la mente.
6. La mente formula las ideas.
7. Esas ideas son las que se ejecutan en acción.
No importa que área de tu vida quieras explorar, siempre pasa por ese proceso descrito anteriormente de 7 pasos, es ineludible, ejemplos:
1. En lo físico.
La ropa con la que te vistes no es casualidad, primero tu mente recibe la información a través de tus ojos, oídos o tacto, enseguida comienzas a razonar si es de tu agrado o no, de ser así llegas a una conclusión de aceptación o rechazo, ese pensamiento es enviado a tu corazón, el cual manifiesta el sentimiento que comunico tu mente, envía el sentimiento de regreso a tu mente y esta fórmula las ideas que te llevan a comprar y vestirte con esas prendas o de rechazarlas. Esto ocurre en fracciones de segundo, ese procesó en asuntos de menor importancia como la ropa, también sucede en asuntos más relevantes.
2. En lo mental.
La manera de pensar positiva o negativa tiene su origen en tu entorno inmediato, al nacer el ser humanó tiene el poder de dirigir su mente en la dirección que el desee, poder que si tú lo permitiste, te origina una personalidad negativa, tus padres son el centro de influencia principal, tu sacas tus propias conclusiones y las envías a tu corazón, este produce sentimientos negativos o positivos de acuerdo a tus conclusiones, las envía a la mente que fórmula las ideas y te lleva a actuar y ser de la manera que los demás te perciben, ya sea una persona positiva o negativa.
3. En lo sentimental.
Una de las áreas de mayor impacto en el ser humanó son las creencias religiosas, la gran mayoría tiene dichas creencias en primer lugar por accidente geográfico -es decir, depende del país donde naciste- y muy pocos por elección personal. Generalmente adoptamos las creencias de nuestros padres y abuelos al recibir la información, razonarla, llegamos a una conclusión, se envía al corazón, sube a la mente, esta fórmula las ideas y lleva a la acción activa de manifestar tu devoción con las creencias que tienes.
Así pues, lo más importante es lo que somos por dentro y nuestro enfoque debería de ser darle la formación a nuestro carácter, pues lo que es eterno es el recuerdo de quien somos y fuimos.
Cuando hablas de tus padres o abuelos generalmente no describes los rasgos físicos como lo más importante una vez ellos murieron, el enfoque es en su personalidad o sentimientos, de hecho las palabras que describen a la persona fallecida en su epitafio en la lápida del descanso eterno son las más sobresalientes cualidades de su personalidad interior y no física.
Nuestro enfoque pues debe de ser en nuestra formación de carácter, por ello, ten cuidado como procesas todo lo que llega a tu mente por cualquier medio, todos somos influenciados por el mundo exterior que a fin de cuentas da forma a tu mundo interior, de allí que cada cabeza es un mundo -diría yo más bien- cada persona es un mundo.
Tomado de Health Revolution