Cada región, por muy pequeña y alejada que parezca, acoge en su interior a personas que, con el paso del tiempo, aman –incluso- el polvo, las piedras, el olor de donde nacen. Personas que se entregan, se convierten en sus cronistas a través de varios oficios, pero siempre traspasando de generación en generación las diferentes costumbres. Félix Sánchez Rodríguez.  Sigue Leyendo…