“No somos eternos”. La frase fue una de las que Jorge Herralde pronunció a fines del año pasado luego de provocar un pequeño sacudón en el mundo editorial. La razón: la venta de Anagrama, la editorial que había fundado a fines de los ´60 en Barcelona y que durante 40 años había podido mantenerse independiente, armar un catálogo coherente y prestigioso, publicar más de 3.000 libros… Sigue leyendo