Reporto esta noticia porque evidentemente es un acontecimiento histórico, pero me llama la atención dos detalles: el primero, por qué decirle boda gaysi ella ya no es un hombre; y el segundo, qué poco vale la gratitud cuando está por medio la pasión amorosa, pues Wendy es nada más y nada menos que una de las primeras beneficiadas con el plan de operaciones del CENECEX para, remedando a Marcel Proust, la recuperación del sexo perdido. Como dice mi amiga Sila, «…no hay humanidad…» (rw) …Sigue leyendo…
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