Lo que no conviene de Facundo Cabral es que sus mensajes y carisma como poeta y cantautor consiguen conquistar almas con las que el Anticristo se ha estado haciendo la boca agua. Si este hombre sigue cantando ¿quién le va a comprar la droga a los infelices capos? Y esas pobres pandillas de delincuentes cómo sobrevivirán sin el alimento humano, ¿qué sería de esos moles repletos de tanta pifia para consumir, si el potencial consumidor empieza a comprender la verdad del alimento que nos regala la naturaleza?, ¿qué sería de los oportunistas de las ideologías y las políticas, si los y las que les sostienen abrieran los ojos? Evidentemente, Facundo Cabral no conviene. Y eso es algo que debemos comprender los que vivimos en la zona del retrete. Solo presiento un inconveniente: que ni Jesús, que es tan misericordioso, lo ha comprendido del todo. Y eso, hermanos y hermanas, lo lamento por sus asesinos, pero eso sí que es un problema. (r.w.) Sigue leyendo…