POCAS firmas han contribuido de modo tan decisivo al prestigio literario de Barcelona como Seix Barral, que el martes por la tarde festejó sus primeros cien años de vida. Nacida en 1911 como un taller de artes gráficas equipado con maquinaria de –entonces– última generación, se transformó a partir de los años cincuenta del siglo pasado, de la mano de Víctor Seix y y Carlos Barral, en sello literario de referencia. No sólo publicó a autores en lengua castellana como Juan Marsé o Luis Martín-Santos, sino que tradujo también a literatos extranjeros como Pavese, Svevo, Musil o Robbe-Grillet, y fue la primera plataforma mundial para algunos de los autores del boom latinoamericano, desde Vargas Llosa, último premio Nobel, hasta Cabrera Infante o Carlos Fuentes. Sigue leyendo…
Tomado de La Vanguardia.es