Por José Antonio Gutiérrez Caballero (Josan)

Sus magníficas narraciones adelantan a una verdadera escritora, que pronto se abrirá paso, en el complejo mundo de las letras, al igual que ya lo hace dentro del periodismo.

El pasado sábado 12 de febrero fue el día elegido por Amelia M. Doval, para bautizar la “edición princesa” de su cuaderno “de historias, cuentos y novelas”, cuyo título proviene de la primera pieza del conjunto, llamada “El carcelero y la hormiga”. Sus magníficas narraciones adelantan a una verdadera escritora, que pronto se abrirá paso, en el complejo mundo de las letras, al igual que ya lo hace dentro del periodismo, aunque sin mucho bombo y platillo, para que nadie pueda dañar su plenitud. Mas como yo no creo en esas cosas, apuesto a exponerla al mundo, para que éste goce, a la vez, de su verbo y pensamiento, pues aquí hay una humana y fortísima luz, con voz propia, o viceversa.

Sin más preámbulos, les presento las palabras de contraportada, que escribí, para el primer libro de la filóloga Amelia M. Doval, alguien que, amén de ser una escritora promisoria y constituir una vigorosa pluma, con la que ya contamos dentro la comunicación social, en el sur de La Florida, es también una magnífica persona, con grandes valores como ser humano, lo cual me complace traer a ustedes, antes de que asistan al bautizo de su fabulario, el cual dará mucho de qué hablar, al mismo instante de su salida, desde los talleres Angie Printing, en Miami, y cuyo dibujo de cubierta, además del logo, se deben a otra cubana, Maggie Girón, debido a que, con dicho libro, Amelia también estrena sello editorial propio.

El Carcelero y la Hormiga, de la escritora y periodista cubana Amelia M. Doval, nos conduce parabólicamente al país de la inercia, con hormigas que temen a un toque de queda, subyacente fuera de sí, pero también en ellas mismas, junto a una hormiga cabezona, convertida en líder tan sólo por pensar, ya que ella es quien visualiza que hay vida múltiple más allá de las rejas, de ahí que comience por concientizar y conmover al carcelero, cuyo único motivo existencial es vigilar y mantener el orden establecido, cuando él mismo tiene ideas y podría ayudar a un sistema mucho más justo y democrático…Como ustedes pueden leer, no hay que hacerles el cuento, sino alertarlos, que en esta edición princesa del fabulario de la filóloga Amelia Doval se encontrarán con varias historias por el estilo, dentro de un universo fascinante a la altura de sus ojos, pero en donde seres diminutos y simbólicos nos enseñan cómo podemos trascender nuestra realidad, conocer más de ella y hasta triunfar sobre la injusticia, la falta de derechos y libertad, correlato muy sugerente, por cierto, de una vida real, que como el carcelero, pudo encerrarlos o sepultarlos a todos, en la inercia y la iniquidad, cuando lo esencial es rebelarse y ejercer la capacidad mental y creativa, que todo ser trae al mundo, para enfrentarse a lo injusto, conmoverlo, hasta construir algo nuevo y colaborar.

Amelia M. Doval (La Habana, 1967) se graduó de Licenciada en Filología en Cuba, y desde el 2000 reside en los Estados Unidos, donde colabora con los más prestigiosos periódicos y revistas de La Florida, entre los que se encuentran El Nuevo Herald y Semanario LIBRE. Actualmente es Presidenta de la Comunidad de Comunicadores de Iberoamérica (COMUNICASIBER). Ediciones Doval es su sello editorial, que nace con muy buenos augurios.

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